Gato Balinés

Los balineses fueron llamados en su día «siameses de pelo largo». Su aspecto es muy similar al del siamés, pero con un pelaje más largo y una cola con plumas.

Descripción:

Pelo suave y sedoso; relativamente fácil de cuidar.
El pelaje es puntiagudo como el del siamés. Los colores más comunes son el seal (marrón oscuro) y el azul (gris azulado), pero también se pueden encontrar pelajes de color chocolate y lila.
Los gatitos nacen blancos y sus marcas se desarrollan en pocas semanas.
Hay tres tipos diferentes de balineses:
Balinés tradicional – De complexión robusta y estructura ósea pesada. Tienen cabezas redondeadas con forma de manzana.
Balinés clásico – El cuerpo es más alargado. Aunque los jueces de las exposiciones suelen ignorar a estos gatos, siguen siendo hermosos y muy apreciados.
Balineses extremos o modernos – Cuerpos largos y delgados. Su estructura ósea es ligera y fina, y sus patas son delicadas. Los balineses extremos destacan porque su cabeza tiene forma triangular, como un trozo de pastel. Tienen grandes orejas puntiagudas y ojos rasgados.

El temperamento:

Muy social y extrovertido.
Muy ruidoso, puede seguirte por toda la casa «charlando».
Requieren mucha atención. Pueden portarse mal si se les deja solos.
Les encanta trepar y jugar, y requieren una buena cantidad de ejercicio. Tienen talento para abrir armarios y puertas.
Extremadamente simpático y cariñoso.

Antecedentes:

Los balineses derivan del siamés, pero se debate cómo surgió el pelo largo. Algunos creen que los balineses son híbridos, resultado de la cría de un siamés y un angora. Otros entusiastas de los gatos creen que el pelo largo fue simplemente el resultado de una mutación genética. A muchos criadores de siameses no les gustaba que los gatitos de pelo largo fueran etiquetados como siameses y los consideraban «impuros». El balinés recibió finalmente su propio estatus de raza en 1961.