Estos gatos esbeltos y elegantes, a menudo llamados simplemente «orientales», son muy similares a los siameses, tanto en apariencia como en temperamento.
Descripción y características del gato oriental
- De tamaño medio, con huesos finos y músculos tensos.
- Cuerpo estrecho y delgado, de aspecto elegante.
- Piernas, cuello y cola largos.
- Cabeza de forma triangular.
- Orejas grandes y puntiagudas.
- Ojos rasgados, generalmente de color verde (los gatos blancos pueden tener azul).
- Patas pequeñas y delicadas.
- Pelaje muy corto y pegado al cuerpo. El color y el patrón del pelaje varían; los atigrados son los más comunes.
- Si el pelaje es largo, pueden denominarse «orientales de pelo largo».
Personalidad del Shorthair
- Al igual que los siameses, son gatos muy activos con un suministro de energía inagotable.
- Conocido por «gritar» al dueño con su exigente maullido.
- Requiere mucha atención. Si se les ignora, pueden meterse en problemas.
- Muy inteligente y con talento para utilizar sus patas para abrir armarios, puertas, etc.
- Considerado «quisquilloso» por algunos propietarios.
- Cariñoso y leal a su dueño.
Historia de esta raza
Los criadores desarrollaron los orientales como un intento de crear siameses con un color de pelaje inusual. Los criadores británicos fueron los primeros en cruzar el siamés con el doméstico de pelo corto. Ocasionalmente, un gatito tendrá el patrón puntiagudo del siamés, y éstos se registran como orientales AOV (Cualquier otra variedad).
Los primeros ejemplares de la raza Oriental de Pelo Corto fueron reconocidos en 1958 con el nombre de «Extranjero Castaño»; poco después llegó el «Extranjero Blanco», un gato totalmente blanco con ojos azules. En EE.UU., los gatos fueron reconocidos en 1972 bajo el nombre de «Oriental Shorthair».
Salud del gato oriental de pelo corto
Los orientales jóvenes son a veces propensos a las enfermedades de las vías respiratorias superiores. Estos gatos deben ser protegidos del clima frío. Algunas líneas de sangre pueden tener enfermedades del corazón. Todos los orientales son más sensibles a la anestesia y a las vacunas que otras razas.
