Gato persa de pelo largo

Gato persa de pelo largo

Los persas, que en su día fueron símbolos de prestigio y estatus, son los felinos más populares de Estados Unidos. Su pelaje sedoso y lujoso los hace muy reconocibles. En Gran Bretaña, todavía se les conoce por su nombre original, «Longhairs».

Características del gato persa

  • Gatos de tamaño medio.
  • Cuerpo redondo y fornido, y patas grandes y redondas.
  • Bonito y sedoso pelaje que puede llegar a medir 15 cm. El color y el patrón del pelaje varían.
  • Requiere un aseo diario porque el pelaje se enreda con facilidad. A veces es necesario un aseo profesional.
  • Orejas muy pequeñas y nariz respingona (empujada hacia arriba). También existen los «persas tradicionales», que no tienen la nariz respingona y tienen caras de aspecto normal.

Personalidad del gato persa:

  • Es una de las razas de gatos más dóciles y apacibles. No requieren mucho ejercicio; prefieren sentarse y observarte.
  • Son gatos falderos muy cariñosos.
  • Maullido muy suave.
  • Se adaptan bien y pueden ser buenos con los niños, otros gatos y algunos perros.

Historia de la raza del persa:

Los persas son una de las razas de gatos domésticos más antiguas del mundo. Como muchas razas antiguas, sus orígenes son inciertos. Se sabe que la raza existía en el siglo XVII en Persia (actual Irán). El persa fue traído a Europa en el siglo XVII y gozó de una popularidad inmediata.

El largo pelaje del persa era probablemente una mutación genética que ayudaba al gato a sobrevivir al frío. Sin embargo, los entusiastas de los gatos adoraban su largo pelaje y lo criaban para aumentar su longitud.

Los persas fueron una de las primeras razas de gatos que se exhibieron en exposiciones felinas. En 1930, un persa obtuvo el título de «gran campeón» en una exposición de la CFA (Asociación de Aficionados a los Gatos). Este título se estableció ese mismo año como el más alto que se puede conseguir para un competidor felino.

Salud del gato persa

Los persas pueden ser más propensos a la enfermedad renal poliquística. Los persas con caras pequeñas y empujadas son más propensos a la sibilancia, y sus conductos lagrimales pueden obstruirse, haciendo que sus ojos se desorbiten. Los persas son susceptibles de padecer una enfermedad corregible llamada entropión, que hace que el párpado se enrolle hacia dentro, irritando la córnea.

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