El galgo italiano es un galgo elegante, de huesos finos y en miniatura, con una cabeza larga que se va adelgazando hasta llegar a un hocico puntiagudo. Tiene una nariz oscura, labios finos y una saludable mordida de tijera. Al igual que sus primos mayores, el pecho es profundo, el abdomen recogido y la espalda arqueada.
Las finas y estrechas orejas se pliegan hacia atrás a lo largo de la cabeza, pero se elevan perpendicularmente a la misma cuando el perro está alerta. El cuello es largo y fino. Los expresivos ojos son grandes y oscuros. La cola es recta y termina en una ligera curva.
El galgo italiano tiene un pelaje corto y liso, fácil de cuidar, de color gris sólido, gris pizarra, crema, rojo, leonado, negro o azul, a menudo interrumpido con marcas blancas en el pecho y los pies, o blanco con marcas de color. También existe una versión moteada, pero no se acepta en todos los países. El galgo italiano tiene un paso alto.
Características
Color | Cualquier color excepto atigrado o negro y fuego |
Altura | 13-15 pulgadas |
Peso | 7-14 Lbs. |
Esperanza de vida | Alrededor de 12-15 años. |
Reconocimiento | CKC, FCI, AKC, UKC, KCGB, CKC, ANKC, NKC, NZKC, APRI, ACR |
Origen del galgo italiano
El galgo italiano es un galgo muy antiguo. Curiosamente, en una tumba egipcia de hace 6.000 años se encontró un perro similar al galgo italiano actual. Al igual que el galgo, esta raza fue traída a Europa por los fenicios. La raza fue desarrollada posteriormente por los romanos. Como prueba, se encontró un pequeño galgo en una antigua colada de lava en Pompeya. Durante el siglo XVI, este delicado perro se hizo popular entre la nobleza europea, y aparece retratado en muchos cuadros de la época.
La raza fue favorecida por Catalina la Grande de Rusia, Jaime I de Inglaterra, Ana de Dinamarca y la reina Victoria, entre otros. A Federico el Grande de Prusia le gustaba tanto su pequeño galgo italiano que incluso se llevó uno a la guerra. Cuando su galgo italiano murió, lo enterró con sus propias manos en los terrenos de su Palacio de Sands Souci. En 1991, la familia de Federico accedió a sus últimos deseos y trasladó sus restos a Sans Souci, y los colocó junto a su pequeño galgo italiano. Un cacique africano del siglo XIX quedó tan prendado de estos gráciles perros que ofreció 200 reses a cambio de un solo ejemplar. El galgo italiano es un excelente perro de compañía.
El temperamento del galgo italiano
El galgo italiano es un perro apacible, sumiso y cariñoso. Se apegan mucho a sus amos y pueden ser reservados con los extraños. Juguetones e inteligentes, generalmente estos perros no son difíciles de adiestrar siempre que su adiestrador sea consecuente con ellos. Suelen ser traviesos y son conscientes de ello. Es importante que puedas ver el lado divertido cuando las cosas van mal, pero esto no significa permitir que se aprovechen de ti. Este perro puede ser muy nervioso y tímido y debe ser tratado con mucha delicadeza.
Es una mascota para un hogar tranquilo en el que no haya niños animados, aunque se lleva bien con niños que se comportan bien y con otros perros y gatos. En una situación de estrés necesita que se le tranquilice constantemente con caricias. Son muy dependientes y pacíficos. Puede ser mordaz si está asustado. Esta raza puede ser difícil de educar en casa. En general, es fácil llevarse bien con él y cuidarlo. Este perro es extremadamente rápido. Los galgos italianos jóvenes son muy activos.
Pueden trepar por las alambradas y son muy curiosos: saltan de las sillas a las mesas y a los muebles cercanos. No son buenos compañeros para los perros grandes. Se llevan bien con otros galgos italianos y algunos recomiendan tener más de uno de esta buena raza.
Problemas de salud del galgo italiano
El galgo italiano es más resistente de lo que parece. El perro adulto no es ciertamente delicado, pero hasta que tiene unos dieciocho meses, sus huesos son bastante frágiles y pueden romperse una pata con bastante facilidad. Los galgos italianos son propensos a sufrir deslizamientos de rodilla, fracturas, ARP y epilepsia. Las perras paren con facilidad y se adaptan bien a la maternidad.
Condiciones de vida del galgo italiano
El galgo italiano se adapta bien a la vida en un apartamento. Son bastante activos en el interior y se desenvuelven bien sin patio. Esta raza es muy sensible a las temperaturas frías y debe llevar un jersey para salir cuando hace frío.
Ejercicio del galgo italiano
Los galgos italianos son perros pequeños y activos que disfrutan de un buen paseo y les encanta correr libremente y jugar. Como a los galgos italianos les gusta jugar corriendo y chocando entre sí, el juego con grupos de otros galgos italianos debe ser siempre supervisado para evitar lesiones accidentales. No se recomienda el juego con otros perros grandes. Los galgos italianos pueden ser un buen compañero de jogging para distancias cortas, pero les va mejor como compañero de paseo.
Aseo del galgo italiano
El galgo italiano es uno de los perros más fáciles de acicalar. Todo lo que se necesita para mantener su fino y sedoso pelaje brillante es un masaje con un trozo de toalla o gamuza. Báñalo sólo cuando sea absolutamente necesario. Después del baño, asegúrate de que el perro esté bien seco y caliente. Los dientes deben cepillarse con regularidad para evitar que se acumule el sarro.
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