Primera noche
La primera noche y subsiguientes el cachorro debe dormir donde pueda escuchar la respiración de otro ser vivo, humano o animal. No debe ser aislado ni encerrado a solas, dejando que llore toda la noche para que se «acostumbre». Esa soledad a la que se lo confina apenas separado de su madre y hermanos le provoca temor y angustia. De pronto se encuentra solo y teme, por eso su llanto angustioso.
¿Por qué someterlo a tal sufrimiento psíquico si lo hemos escogido para compartir nuestra vida?
Personalmente hago dormir al cachorro junto a mi cama, al alcance de mi mano. Durante la noche lo acaricio a menudo aunque esté dormido (no se despierta) o cuando llora o gime a fin de que perciba el contacto corporal que le proporciona protección y tranquilidad durante su sueño. ¿No cree que pide muy poco? Además, un cachorro no representa peligro alguno para la salud de adultos o niños, por lo que no veo la necesidad de aislarlo en la noche si durante el transcurso del día se mantiene un contacto directo y fluido.
Para quienes persisten en aislarlo, para aminorar el impacto de soledad, de angustia, se puede colocar un reloj (de los que hacen tic tac) o una radio bien bajita próximo a su lugar de descanso de modo de llenar el silencio de la noche (antes dormía junto al pecho de su madre escuchando los latidos de su corazón y el de sus hermanos); o colocando una bolsa de agua tibia en su «cama» de modo que se pueda acurrucar junto a ésta y le proporcione un calorcito reconfortante que lo ayudará a dormir plácidamente.
Lo que debemos saber
Muchos son los canales por medio de los cuales se puede llegar a una comunicación total con el cachorro. Aunque nuestro lenguaje le resulta incomprensible, podemos condicionarlo a responder adecuadamente a diferentes órdenes utilizando palabras cortas y puntuales, nunca semejantes entre sí de modo de no provocarle confusión.
Cuando queremos comunicarnos debemos atraer su atención para que nos mire a los ojos, ya que respondiendo a su instinto observador, se mantendrá siempre atento y alerta. A su vez el cachorro intentará comunicarse utilizando los medios a su alcance, modulaciones especiales utilizadas siempre en un mismo sentido, posiciones corporales, orejas, cola. Expresiones faciales y miradas altamente significativas.
Juegue y converse mucho con su perro, logrando de ese modo una mejor comunicación, asimilación y desarrollo mental en su cachorro. Dele juguetes para que gaste energías, pero no le dé, por ejemplo, un zapato viejo para jugar y luego pretenda que no le toque uno nuevo. El cachorro no puede distinguir entre uno y el otro. Ambos huelen igual y su dueño se lo dio para jugar.
El que merece el castigo es el dueño y no….el cachorro.