Salir a correr con tu perro: 10 consejos imprescindibles

Salir a correr con tu perro: 10 consejos imprescindibles

Salir a correr con un perro es muy diferente a correr solo, olvídate de batir marcas, distancias o quemar nosécuantas calorías, se trata de salir a disfrutar del ejercicio, el aire libre y sobre todo de tu perro.

Pero para hacerlo en las mejores condiciones, aquí van unos conejos importantes.

1 – No le hagas correr si es muy joven o muy mayor.

Si tienes un cachorro, sus huesos están aun en formación y salir a correr puede producirle lesiones en las articulaciones. Dependiendo del su tamaño tendrás que esperar a que tenga 1 o 2 años. Lo que puedes ir haciendo, es enseñarle a caminar a tu lado y a no tirar de la correa, ya que es algo básico para cuando más adelante salgas a correr con él. Si es muy mayor y nunca ha hecho ejercicio, puede que no sea buena idea ponerlo a correr.

2 – Antes de empezar toca visitar al veterinario.

Antes de someter a tu perro al esfuerzo físico que supone salir a correr, deberías llevarle a que el veterinario le haga una revisión. Si es joven te dirá si ya no está en fase de crecimiento, si es mayor revisará su corazón y pulmones y te dirá si está en condiciones de salir a correr y con qué intensidad. También debería revisar sus almohadillas ya que han de estar perfectas para poder salir a correr.

3 – Antes de empezar a correr hay que saber caminar (con correa).

Es necesario que el perro sepa caminar con correa antes de empezar a correr. Cuando corramos queremos que el perro vaya a nuestro lado, no tirando de la correa. Aquí tenéis un excelente enlace sobre como enseñar al perro a no tirar de la correa (Educando a mi perro).

4 – Empieza poco a poco.

Cuando el veterinario te haya dado el OK, es momento empezar, pero poco a poco, no se trata de correr cinco kilómetros el primer día.

Lo que hay que hacer es ir introduciendo pequeñas carreras en los paseos diarios, así verás como se comporta durante esas pequeñas carreras, si se para a olisquear cosas o si se distrae fácilmente. Si es así, habrá que enseñarle que cuando corre no puede pararse cuando quiera (ver siguiente punto).

Cuando veas que ya ‘sabe correr’, la rutina debe ser primero la de pasear 10 minutos a un ritmo rápido como calentamiento y luego empezar a correr una distancia prudente. Haz otras dos sesiones cubriendo la misma distancia y luego ampliala un poco.

5 – Observa su comportamiento.

Durante vuestras sesiones has de estar pendiente de si hay cambios en su comportamiento. Fíjate en si:

  • Jadea sacando la lengua. Señal de que tiene calor, habrá que parar unos minutos a descansar y darle agua.
  • Se le nota incomodo. Podría tener ganas de beber, o hacer sus necesidades, mejor parar y averiguar que le sucede. Nunca hay que forzarle a seguir corriendo.
  • Cojea. Si cojea hay que parar inmediatamente y revisar sus almohadillas, es posible que se haya lastimado por el roce, se haya cortado o clavado algo.

6 – Cuida sus almohadillas.

Lo ideal para el cuidado de sus almohadillas es correr por zonas blandas y no abrasivas. Pero esto es algo que no siempre es posible ya que muchos no tenemos zonas verdes cercanas. En ese caso habrá que ir revisando que no tenga en ellas lesiones producidas por el roce del asfalto y el cemento. Correr sobre superficies muy calientes o heladas empeora el problema, así que hay que evitar correr cuando haga mucho calor o mucho frío. Existen ceras que se aplican en las almohadillas para protegerlas.

7 – Correa para correr con el perro.

A no ser que el perro esté super bien enseñado, desaconsejamos que corra suelto a tu lado (sobretodo en la ciudad). Cuando el perro corre está en un estado alterado que lo llevará en algunos casos a comportarse de forma diferente a cuando pasea. Si no lo llevas sujeto con una correa no podrás controlarlo.

Para correr, personalmente preferimos los arneses a los collares. Imagínate que vas corriendo a buen ritmo y el perro se para de golpe, si lleva collar puedes causarle una lesión, cosa que es más difícil si lleva una arnés como, por ejemplo, el Arnés Neewa Running. En cualquier caso nunca uses collares de adiestramiento.

En cuanto a la correa es mejor una correa larga de 1,70 a 2 metros. La idea es que la correa quede suelta en forma de ‘U’ entre ti y el animal, de esta forma no hay tensión entre los dos. También puedes correr con una correa de las que se atan a tu cintura.

8 – Mantenlo hidratado.

Lleva siempre una botella y un bol de agua encima o en una mochila, o un bebedero portátil para poder darle de beber cuando veas que lo necesita. Pero, si vais a seguir corriendo, no le des de beber todo lo que quiera ya que le sentará mal. Es mejor darle la misma cantidad en varias veces que esa misma cantidad de golpe.

9 – Lleva bolsitas para recoger cacas.

En la misma mochila en la que lleves la botella de agua, pon unas bolsitas para recoger las cacas. Cuando no las recogemos, no solo quedas mal tú, si no que nos dejas mal a todos los que tenemos perros.

10 – Disfrútalo.

Al principio puede ser un poco estresante para los dos, ya que se trata de una situación nueva, pero disfruta de ello, entenderás mejor a tu perro y él a ti. Y si al principio las cosas no salen perfectas (para de correr para curiosear, no va a tu lado, etc.), ten paciencia y recompensarle cuando haga las cosas bien, y acabará aprendiendo. El resultado merece mucho la pena.

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